Tuesday, December 19, 2017

Perdimos pero ganamos




Hoy asume lo que venga
Sea para bien, o todo mal.
- La Vela Puerca

Entrado el 19 de diciembre a la mañana, se aprobó el choreo jubilatorio. La ley pasó y eso es un dato. Con aprietes a gobernadores y andá-a-saber-qué-banelcos-inventaron, lograron que opositores votaran a favor, se abstuvieran, se ausentaran o dieran quórum. Eso sucedió dentro del Parlamento, cristalizando ese 128 como el número de la infamia. El Presidente sale en conferencia de prensa y dice que todo bien todo legal. Pero sabemos que no fue eso todo lo que sucedió. Algo se quebró en el régimen, algo se fisuró, se resquebrajó.

Las últimas semanas han sido dramáticas. Dramáticas. Una sucesión de batallas donde hemos llorado de bronca y alegría, a veces con horas de diferencia. Vimos el salvajismo policial como nunca, el cinismo mediático a pleno, tuvimos miedo por momentos, nos indignamos descubriendo nombres de diputades ignotes. Pero también fuimos protagonistas de jornadas de lucha heroicas. Fuimos pueblo en la calle. Construimos un destello de pueblo, participamos de ráfagas de potencia transformadora, fuimos unidad de les trabajadores y al que no le gusta se jode, se jode. También aplaudimos opositores de todos los colores, celebramos coincidencias con massistas, troskistas, socialistas y mucha otra gente a la que supimos tildar de gorilas y traidores. Vimos a nuestra dirigencia representar mejor que nunca. Nos emocionamos con la CGT, luego la puteamos. Como les decía, días dramáticos.

Quizás baje la espuma, quizás no. Nuestro objetivo es que no baje. Algo se fisuró en el régimen y es nuestra tarea que aquello que se abrió no se vuelva a cerrar, que se abra cada vez más. Lo que está por delante es incierto, pero habrá que asumir lo que venga, sea para bien o todo mal. Si somos inteligentes, si le ponemos cabeza y corazón, hay condiciones para la construcción de una nueva mayoría. Dale que puede escampar, va a escampar.


Perdimos

Arranquemos por lo obvio. Perdimos la votación de la reforma previsional. Enfrentamos un adversario poderoso que cuenta para sí con la artillería más pesada de la que tengamos memoria. Lograron arriar los votos que necesitaban, mostraron fortaleza en una foto con 14 gobernadores, los medios hegemónicos sostuvieron el relato macrista hasta el final (con honrosas excepciones), y las fuerzas de seguridad están preparadas, parecería, para ir a la guerra contra la sociedad si así se los pide Patricia Bullrich.

También perdimos porque ni las movilizaciones sociales masivas, las organizadas y las espontáneas, ni el repudio social generalizado pudieron torcerles la muñeca. El jueves 14, cuando parecía que flaqueaban y sacaban DNU, pararon la pelota, reagruparon y volvieron a la ofensiva. No logramos quebrarles el quórum, ni hacer tambalear su pacto extorsivo con las Provincias. Mierda que intentamos, loco. Pero no se pudo.

Perdimos porque siempre perdemos cuando el régimen nos reprime y nos persigue. La cacería policial, la militarización del Congreso, las denuncias penales contra diputades del FpV, Macri diciendo que las protestas fueron "orquestadas", el periodismo patrullero pidiendo sangre sangre sangre. No olvidar que la fisura en el régimen comenzó a abrirse el jueves 7 (o tal vez fue el 29 de noviembre en la marcha de la Corriente Federal), cuando el infame fallo Bonadío suscitó rechazos plurales y heterogéneos desde la extrema izquierda hasta la ancha avenida del medio. Ya lo sabemos: el espiral de represión y persecución tan sólo va a aumentar. Seguramente habrá una nueva tanda de prisiones políticas en los días por venir.

Son tiempos difíciles, mamita. ¿Quién no tuvo miedo en algún momento estos días? Recordemos a García Linera hablando el año pasado en Sociales, que sirve:
Tocan tiempos difíciles, pero para un revolucionario los tiempos difíciles es su aire. De eso vivimos, de los tiempos difíciles, de eso nos alimentamos, de los tiempos difíciles. ¿Acaso no venimos de abajo, acaso no somos los perseguidos, los torturados, los marginados, de los tiempos neoliberales? La década de oro del continente no ha sido gratis. Ha sido la lucha de ustedes, desde abajo, desde los sindicatos, desde la universidad, de los barrios, la que ha dado lugar al ciclo revolucionario. No ha caído del cielo esta primera oleada. Traemos en el cuerpo las huellas y las heridas de luchas de los años 80 y 90. Y si hoy provisionalmente, temporalmente, tenemos que volver a esas luchas de los 80, de los 90, de los 2000, bienvenido. Para eso es un revolucionario.
Dice el compañero Álvaro: toca luchar. Luchar en tiempos difíciles es que te corra la policía. Es llevar limón y palestino en la mochila. Es leer listados de detenides buscando gente que conozcas. Es armar un cacerolazo en la esquina de tu casa y que termines en caravana con cientos de personas yendo al Congreso. Es marchar con los sindicatos aunque no estés afiliade (igual, dale, afiliate). Pero sobretodo, luchar es la constancia de militar todos los días haciendo laburo de hormiga, sabiendo que de repente acontece algo y todo lo que le pusiste parece plasmarse en una gran gesta. Como ayer, que perdimos pero ganamos.


Ganamos

¿Ganamos o perdimos? Las dos. Pero permítanme decir que lo que ganamos es más importante que lo que perdimos. El choreo jubilatorio que se aprobó en la mañana del 19 es pésimo, es vergonzoso, es asesino. Pero, vamos, ¿fue realmente LO PEOR que hizo Macri desde que asumió? ¿Fue lo más tremendo que empujó? No, loco. Con Macri todo es tremendo y terrible. Cada día hay algo terrible en el Boletín Oficial. Entonces el choreo a nuestres abueles es una mierda pero es parte de una gran mierda donde nos toca nadar diariamente.

¿Qué ganamos? Ganamos el debate entre la gente. Ganamos que un ajuste que parecía que pasaba sin pena ni gloria, conmocionó a la sociedad. Conmovió centenares de miles de personas que a últimas horas, cuando parecía que todo estaba perdido, salieron con sus cacerolas primero a los balcones, luego a las esquinas, y empezaron a caminar. Ganamos que el triunvirato se animó a luchar, aunque sea tímidamente y un poquito. Ganamos que construimos una foto de unidad opositora que permite pensar en una contraofensiva, que podemos golpear en conjunto para seguir tabicando los ajustes que vienen.

En muchas conversaciones en estos días entre compañeres, aparecía esta idea de "ahora que meten las reformas la gente lo va a sentir y se va a dar cuenta de la mierda que es Macri", casi como diciendo ya fue, que aprueben todo. Pero no es por ahí mis queridas kukas. No es por ahí ni en pedo. Despertamos más gente estos últimos diez días que en dos años de macrismo. Para GANAR hay que querer ganar. Para construir una mayoría, hay que ir subiendo escaloncitos.

Hay que jugar siempre a ganar. Porque incluso cuando pierdas, si jugaste a ganar, algo ganás. Tres razones:

  • Porque somos peronistas por tanto bilardistas. Sabemos que tenemos razón, pero también sabemos que con la razón no hacemos un choto. Conocemos de derrotas y aprendemos de ellas, pero medimos nuestras acciones políticas en función de cumplir objetivos. Siempre jugamos a ganar.

  • Porque rechazamos la gilada de cuanto peor mejor. No flasheamos que cuanto más destruyan el país más cerca estamos de volver. No, loco. No somos socies del Club del Helicóptero. Creemos en la democracia, creemos en la paz. Pero sobretodo, nos duele la injusticia y la desigualdad. Jamás festejaremos ni permitiremos convalidar el dolor popular, incluso si eso facilita un clima antimacrista.
  • Porque una nueva mayoría se construye ganando cosas. Aspiramos a enamorar al pueblo, a ser útiles para la gente. ¿Sabés lo que hizo la oposición estos días? Te cuidó el bolsillo del choreo, protegió a abuelos y abuelas, custodió la AUH. Te defendió a vos. Guerra de posiciones es esto. Ganar batallas que abran otras posibilidades, mostrarle a la sociedad que te hacés cargo, que bancás los trapos. Ir avanzando pasito a pasito, suave suavecito. Aunque después en la votación pierdas, ya ganaste. En este baile el gobierno perdió votos, y nosotres sumamos, no me cabe duda.


Lo que venga

Eso que se quebró en estos días puede repararse, puede volver a cerrarse, o se puede seguir abriendo. Desplazamos la grieta de K/AntiK a JUBILADES SÍ/JUBILADES NO. Eso ha sido un enorme triunfo popular. Es importante aprovechar el momento, empujar este diciembre, ver adónde nos lleva, sacar saldos. El gobierno intentará reagrupar y recalibrar la brújula, cambiar el eje del debate público. Encanando kirchneristas, seguramente, reforzando que la violencia es opositora antes que neoliberal. Por eso la importancia de ser inteligentes. Tres puntas en ese sentido:

1) Construir oposición. No es momento de bardear troskes, ni massistas, ni nadie que como nosotres también diga que NO a esta locura. Es momento de la unidad del NO. No puteemos a la CGT, pidámosle que luche. Acompañemos y fortalezcamos las posiciones combativas ahí adentro. Yo sé que tenemos como ganitas de decir: "vieron manga de giles que al final el kirchnerismo tenía razón". Es que claro, tuvimos razón desde el principio. La caracterización que hizo Cristina y el kirchnerismo sobre Macri se tornó hegemónica dentro de la oposición. Nació la oposición, se dijo estos días, pero nació sobre la base estratégica de nuestra posición. Decir que no, no conceder nada, no convalidar, no dar quórum. Hoy esa posición cobra sentido generalizado, en la oposición pero sobretodo en grandes franjas de la sociedad.

2) Organizarse. Hay ganas entre la gente de sumarse a la lucha. Si leés esto y no estás militando activamente, es el momento de sumarte. Hay que aportar un granito de arena todos los días, hay que fortalecer las redes políticas de oposición. Buscá una organización, la que más te guste, y sumate. O afiliate a un gremio y andá a las reuniones. Si no te gusta nada de lo que hay, todo bien, armá algo nuevo. Buscá a la gente con la que caceroleaste ayer en la esquina de tu casa, y empiecen a tejer. Que no quede ahí. Ahora que vos y tu vecine se cruzaron caceroleando, no hay vuelta atrás. Conózcanse y organícense. La nueva mayoría empieza en cada esquina.

3) Aprovechar la coyuntura. Hasta al macrista más macrista le hace ruido el saqueo jubilatorio. Hay condiciones subjetivas y objetivas para salir a convocar y convencer gente. Rompé la grieta, tendé puentes. Hablale a tu tío gorila con el que no hablás hace años. Preguntale a tu abuela si sabe lo que se votó, aunque viva mirando TN. Metamos cartelitos, mandemos mensajitos, armemos conversaciones en el laburo. Que no les sea gratis, que sea un punto de inflexión.

No nos comamos la curva, no estamos al borde de la revolución bolchevique. El macrismo sigue juntando una montaña de votos, y seguramente Carrió volvería a sacar 50 puntos en CABA si las elecciones fueran hoy. El odio clasista y antikirchnerista sigue sosteniendo al gobierno, la UCR no se inmuta, Magnetto aporta lo suyo, y las ondas de optimismo zen deben seguir seduciendo gente. Pero algo se está moviendo. Que no se corte, que no decaiga, depende de vos. 

Friday, December 8, 2017

Frente a la persecución




Un último secuestro no!
El de tu estado de ánimo, no!
Tu aliento vas a proteger

En este día y cada día.


Detenciones en la madrugada, prisiones preventivas en ráfagas, balazos por la espalda. El régimen macrista (porque es un régimen) avanza a pasos acelerados en una espiral de persecución, ajuste y disciplinamiento que significa un potente deterioro de las reglas de juego democráticas y las garantías constitucionales.

Vivimos un estado de excepción sin precedentes desde 1983, una pesadilla convalidada por urnas, panelistas, senadores, jueces y trolls. Ante semejante bombardeo, es fácil desesperar. En nuestras bases se suelen escuchar reclamos del orden "acá nadie hace nada" o "alguien debería hacer algo". Es que es lógico. Ver caer en cana compañeres como Amado Boudou, Luis D'Elía y tantes más; los asesinatos políticos de Rafael Nahuel y Santiago Maldonado; y senadores del peronismo votando el saqueo previsional; es como mucho, ¿no?

Sin embargo, sabemos que la desesperación es enemiga de la organización política. Corremos el riesgo de volvernos personajes de Capusotto que demandan soluciones urgentes que no llegarán por arte de magia. En su conferencia de prensa Cristina Fernández de Kirchner fue contundente: hay que responder por la vía política. En este día y cada día.


El régimen persigue

El infame fallo Bonadío acusa a la más importante líder popular de la Argentina desde Perón de "traición a la patria". Exactamente como le pasó a Perón, a Rosas y a San Martín, otros libertadores. En sintonía coordinada, emboscan en la noche a los patriotas Carlos Zannini y Luis D'Elía. Esteche se entrega. Procesan al Cuervo Larroque y a Parrili, y a Timerman le dan domiciliaria por razones de salud.

No somos giles. Sabemos que la causa AMIA, como ha dicho Cristina siempre, se juega en el tablero global de la geopolítica. Justo cuando el imperio norteamericano desata el caos en Medio Oriente, a Cristina se la quiere encanar ya no por el dólar futuro, no por los hoteles del sur, no por asociación ilícita, sino por la falluta denuncia de Nisman. Pero bueno, alejémonos un toque de la situación particular del fallo Bonadío, y tratemos de verlo en un marco más general.

Una certeza: la persecución política es endógena al régimen macrista. Forma parte estructural de su dispositivo político, y no cesará hasta que lo derrotemos. La persecución tiene múltiples razones y motivos, no hay uno solo. Enumeremos al menos cuatro:

  • Se persigue para amedrentar y fragmentar a la oposición política. Carpetazos que consiguen votos para desempantanar las leyes saqueadoras en el Congreso. Pablo Moyano moviliza junto a la Corriente Federal y las CTAs, acto seguido él y su viejo se comen una apretada cósmica en el Clarín del domingo. Les dicen: si siguen así, vayan pensando en Marcos Paz.
  • Se persigue para tapar otras cosas. Luciano Galup en tuiter muestra cómo el fallo Bonadío se llevó puesto el debate público en redes sociales sobre dos temas calientes calientes: el ARA San Juan y la reforma previsional. Cristina hizo mención a esto en su conferencia. Ricardo Rouvier informa que el macrismo viene perdiendo con la opinión pública por la reforma previsional. Pasemos a otro tema, no quiero hablar de esto. Llamen a Comodoro Py.
  • Se persigue para mantener vivo el odio revanchista. Viva la grieta. El antikirchnerismo quiere sangre kuka. El macrismo sabe bien que su núcleo duro identitario no compra el new age del presidente, o la liviana filosofía política de Marcos Peña y Ale Rozitchner. Cambiemos es la negación de Cristina, antes que nada. Sin eso, ¿qué les queda? ¿qué aglutina? ¿el segundo semestre?
  • Se persigue para desmovilizar. El desánimo y el miedo erosionan la voluntad organizativa de una sociedad que tiene mucha mucha calle, y viene reventando plazas y avenidas sin pausa desde diciembre de 2015. Desperonizar y deskirchnerizar la Argentina es desmovilizarla.

El Cadete de Navarro suele bromear con "el whatsapp del gobierno". Es difícil analizar cómo se coordinan las acciones persecutorias en el bloque dominante. Quizás no todo está cuidadosamente planificado, quizás haya tensiones, excesos, idas y vueltas. Pero lo que sí es indiscutible es que quien persigue no es un juez pistolero, sino el régimen mismo. Está en su naturaleza, a eso han venido. A perseguir. 


Esta cárcel sigue así

La lista de patriotas preses se acrecienta día a día. Milagro Sala, Amado Boudou, el Chino Zannini, Julio de Vido, Luis D'Elía y más. Un pibe preso por un tuit también es un preso político, si esta cárcel sigue así.

Con mucho dolor, debemos asumir que esta cárcel seguirá así. El régimen persigue y no dejará de perseguir hasta que lo derrotemos. Serán varias navidades con prisiones políticas, de demandar y exigir una libertad que hará oídos sordos en los de amarillo, porque esas cárceles son necesarias para tapar, amedrentar, avivar el odio y desmovilizar.

La pregunta es: ¿Cómo se libera a les preses polítiques? ¿Cómo logramos el fin de la persecución? Nuestra mayor admiración y respeto a les compañeres que tienen el doloroso honor de ser preses del régimen. Algo habrán hecho a favor del Pueblo si caen en cana. Nuestra tarea ética es acompañar, solidarizarnos, empujar las campañas locales, nacionales e internacionales por su liberación, como se ha hecho por la compañera Milagro desde el día uno. Se necesitan coordinadoras por la libertad, acciones conjuntas, estrategias jurídicas y militantes.

Ahora bien, la libertad efectiva y definitiva la lograremos con la victoria popular. No hay Devotazo sin Frejuli. No hay libertad para Paco Urondo y les preses de Trelew sin antes el triunfo de Cámpora y Solano Lima, sin el luche y vuelve. Por la libertad de Milagro, debemos derrotar a Gerardo Morales. Por la libertad de Luis D'Elía, debemos derrotar a Carrió. Por la libertad de Amado, debemos derrotar a Macri. Ese es el verdadero compromiso con la libertad, ese es nuestro deber político. Vencer para frenar la persecución.


Desplazar la grieta, otra vez

Es un disco rayado ya en este blog, pero hay que insistir una y otra vez. La grieta que quieren imponer Lanata, Feinmann y Durán Barba nos aísla, nos achica, nos impide construir mayorías. Siempre hay que partir la sociedad al medio, dibujar la raya con un palito en el medio de la calle de tierra, y preguntarle a la sociedad de qué lado estás. Pero ese clivaje político debe desplazarse más allá de kirchnerismo/antikirchnerismo.

Provoca Damián Selci: hay más Estado de derecho en la gente que en los dirigentes. Sea así o no, la tarea es construir republicanismo en la sociedad. Apelar a la sensibilidad democrática argentina para decir que así no. Esto no puede ser. A medida que esta cárcel sea más y más así, ¿cuánto estará dispuesto a tolerar nuestro pueblo? ¿Hasta qué punto ese tercio intermedio entre kukas y gorilas se banca que el régimen encane sin parar?

Propone el Cuervo Larroque: "Es imprescindible convocar un espacio amplio con el objetivo de defender la democracia más allá de las diferencias políticas e ideológicas de cada uno. Esto ya traspasa todo límite". El rechazo al fallo Bonadío sumó adhesiones múltiples: Felipe Solá, Facundo y Pablo Moyano, Pino Solanas, la totalidad del troskismo (del Frente de Izquierda a Izquierda al Frente), el Movimiento Evita, la CTEP, intendentes, y las voluntades siguen apareciendo.

La tarea es construir una unidad opositora contra la persecución, lo que no quiere decir un frente electoral. Eso está lejos aun. Son unidades tácticas en frentes concretos, que permiten reformular un diálogo con la sociedad sobre lo que está ocurriendo. Lo electoral vendrá luego, no nos apuremos. Por ahora, guerra de posiciones.


La espada de Damocles

¿Pueden meter presa a Cristina? Bueno, ya hay un pedido de desafuero y detención. No es joda. Sin embargo, y a riesgo de pifiarla, quizás no sea ese el objetivo real. Primero porque el sistema político argentino hay que ver si convalida la detención de la principal dirigente opositora del país. Hay que ver si la gente se lo banca. Y el macrismo lo sabe.

Más bien, el objetivo parece ser, como dijo ella misma con una metáfora brillante, que la espada de Damocles penda sobre su cabeza. Que tenga cientos de procesamientos, decenas de pedidos de desafuero y detención, embargos por centenares de millares de dólares que no tiene. Un apriete mafioso mayúsculo que busca quebrarle la voluntad a Cristina. Lamentamos informarle al régimen: a Cristina no la quiebran. No la van a callar. Quieren secuestrar nuestro estado de ánimo. Pero Cristina lo protege. En este día y cada día.

Queríamos que volviera Cristina, y Cristina volvió como senadora y líder opositora. En el marco de la confusión, la bronca y la incertidumbre, nos empujó a luchar a fondo por lo que importa. Un gesto de lealtad y patriotismo que la pone en el panteón de les libertadores de América. Sobre el pedido de desafuero, un periodista de La Nación le pregunta qué espera del bloque justicialista que conduce Miguel Pichetto. Atenti a la respuesta:

Más importante que medir la actitud frente a los pedidos de desafuero, lo que yo voy a solicitar a todos los compañeros y compañeras que integran el peronismo y también a los que no forman parte de él, pero creen que la variable de ajuste no pueden ser los trabajadores ni los jubilados, que se pronuncien más que defendiendo a una senadora, se pronuncien defendiendo esto. La necesidad de custodiar los derechos de jubilados, de trabajadores y de las grandes mayorías nacionales. Todo lo demás es una cuestión menor

Dice CFK: no se trata de mí, de si me quieren meter en cana. Se trata de defender a las grandes mayorías. Pichetto, me importa tres pitos lo que pienses de mi desafuero. Lo que importa es defender a les jubilades, a les trabajadores. Cristina desplaza la grieta. El régimen quiere saquear la Patria. No se lo permitamos. Frenemos las reformas.