Thursday, October 26, 2017

Hoja de ruta




Mirá boludo me tiré por vos.
Me tiré por vos!, no por la fama.
Me tiré por vos!, no por la cana.
Me tiré por vos!
- Charly




Aquí no se acaba nada, hoy aquí empieza todo. Eso dijo Cristina Fernández de Kirchner el domingo 22 de octubre a la noche, aceptando la derrota electoral en la Provincia de Buenos Aires. Empieza todo. No terminábamos de asimilar lo que estaba sucediendo y Cristina ya nos decía: mirá papito que esto recién empieza eh.

Balance: Las elecciones 2017 han dejado un saldo mixto. No derrotamos al ajuste, no quebraron a Cristina. El macrismo se fortalece, el kirchnerismo vive, el opoficialismo se licúa. No hay saldo definitivo, hay que seguir peleando. Sin embargo, a diferencia del 2016, no hay desamparo, no hay "¿dónde están los dirigentes?", no hay abrazame hasta que vuelva Cristina. No podemos seguir en piloto automático.

La etapa que inicia tiene una hoja de ruta, no hay margen para hacerse el sota. Conocemos a nuestro adversario, tenemos liderazgo, juntamos muchos votos. Elles también, y cómo. En 2018 (que ya empezó) confrontaremos tres embates: el ajuste, la persecución y la claudicación. El objetivo: construir una mayoría política. Van algunas puntas:



No enojarse

Preguntas: ¿Puede ser esta sociedad la misma que le dió el 54% a Cristina? ¿Cómo llegamos del "país con buena gente" al "Maldonado está en Chile con el RIM"? ¿Cuál es la sociedad posta post? ¿La que revienta las plazas del 24 de marzo? ¿O la que observa pasiva la desaparición forzada de Santiago Maldonado? ¿La que marcha con las centrales obreras o la que vota a quienes anticipan ajuste, flexibilización laboral y aumento de la edad jubilatoria?


Son tiempos para hacerse preguntas pero anticipo una respuesta: la sociedad no es. Nunca simplemente es. No somos ni Estela de Carlotto ni Videla. No somos ni Cristina ni Macri. Somos ambas y ninguna. La sociedad se articula, se desarticula y se rearticula ante coyunturas y momentos históricos. Cada dos años va a votar y te da una foto.


Si el cambio kirchnerista no fue irreversible; tampoco lo es el “cambio” macrista. A pesar del entusiasmo de Marcos Peña por los animalitos en los billetes, la Argentina puede volver a tener un gobierno de mayorías, puede volver a reconstruir la Patria, puede volver a tener futuro. El país oligárquico y el país popular son siempre posibles.


No nos enojemos con la gente, no nos distanciemos de nuestro pueblo. Yo sé que es difícil, porque nos duele. Tomémonos unos días para sacarnos la bronca, para insultar, llorar, bardear, burlarnos de quien querramos burlarnos, pero después listo. Basta de quejarse con que les pobres votan a sus verdugos, basta de insultar a les votantes de Carrió. La patria es el otro, una y otra vez.


Deseemos el voto del otro. Deseemos su deseo. Aspiramos a que los sectores populares y los sectores medios nos deseen, nos anhelen, pidan por nosotres. No se puede desear desde el enojo. No vamos a convencer gente a la que consideramos pelotuda. Cuando ninguneás al otro, se nota. ¿Queremos ganar? Bueno, en esta tierra lo mejor que tenemos es el pueblo.



¿Dónde va la gente cuando vota?


Quizás este no es momento de hablarle a toda la sociedad, sino hablar entre nosotres. Aprovechar estas semanas para pensar. Pensar la coyuntura, interpretar ese país donde Cambiemos crece y se consolida. ¿Por qué votan quienes votan? ¿Por qué no votan quienes no votan? ¿Qué votan quienes votan a Bullrich, a Carrió, a Morales? Pero también: ¿Qué votan quienes votan a Cristina, a Filmus, a Rossi, a Emilia Soria y a Insfrán?


Lo dice el Cuervo Larroque en una reciente entrevista: en la década pasada nos acostumbramos a creer que era normal que el campo popular ganara elecciones, y NO. NO ES NORMAL. Lo normal es que gobierne la derecha, que te ajusten y los votes. Lo anómalo, lo inédito, lo extraordinario es que una mujer como Cristina enfrente a todos los poderes concentrados (TODOS), a toda la clase política (TODA), a todos los medios de comunicación (TODOS), a todos los servicios de inteligencia (TODOS), a todo el aparato judicial (TODO), y junte más de tres millones de votos. TRES MILLONES Y MEDIO DE VOTOS EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES.

Cristina logra una montaña de votos en el marco de una persecución política inédita. Amenazan que la van a encanar, que van a encanar a sus hijes, que van a encanar a sus ministros, a sus simpatizantes. La tele los diarios y las redes sociales dicen que Cristina es la peste bubónica, las diez plagas de Egipto, el ISIS recargado, la hipocresía la falsedad la traición a la patria. Y sin embargo LA GENTE LA VOTA.


Descifrar los motivos del voto a Unidad Ciudadana y al peronismo es igual de importante, e incluso más, que descifrar las razones de votar al gobierno. Porque no todes nuestres votantes son kukas militantes. Hay otras razones. Esa gente, que nos vota pero no vive posteando kukeadas en facebook, que nos vota pero no va a las marchas, que nos vota pero no piensa en política todo el día; esa gente es clave para la etapa que viene.



Un pueblo nuevo


El macrismo ganó las elecciones en 13 de 24 provincias en todo el país. Hemos construido una nueva fuerza política pero no alcanzó para frenar el ajuste. Logramos millones de votos, dimos testimonio sin bajar las banderas ni claudicar en nuestras convicciones, pero no fue suficiente. En palabras de Chávez, por ahora no logramos cumplir nuestros objetivos. Dijo Cristina en Arsenal el domingo:

Este crecimiento no nos alcanza para superar a nuestros adversarios...Es necesario ser generosos, ser inteligentes, pero sobretodo comprender que solo la unidad de los que pensamos que otra Argentina es posible, no solamente se debe sino que además es necesaria. Eso es lo que nos lleva a privilegiar esa unidad por sobre las diferencias parciales y sobre todo no personalizar ni subjetivar, sino esencialmente apuntar siempre a una oposición política y social que se base en un proyecto de país y no en personas. Unidad Ciudadana ha venido para quedarse. Unidad Ciudadana será la base, no la totalidad, la base de la construcción de la alternativa a este gobierno. Unidad Ciudadana sabe que el voto recibido es un voto fundacional, una semilla de esperanza política y la vamos a regar todos los días. Aquí no se acaba nada, hoy aquí empieza todo.

Debemos construir una unidad por sobre diferencias parciales. Unidad Ciudadana es una parte muy importante, pero no es el todo; y en la política el todo siempre tiene que ser más que la suma de las parte. Una unidad debe ser superadora de sus partes integrantes, debe ser algo nuevo. Nuevas palabras, nuevas representaciones, nuevos nombres. Ejemplos: UNEN fue más que la suma de las partes, Cambiemos fue más que la suma de las partes, 1País fue menos que la suma de las partes, Cristina en el 2011 fue (mucho mucho) más que la suma de las partes. Lo que construyamos tendrá que ser más que lo que fue Unidad Ciudadana en 2017.

El kirchnerismo como lo conocimos no va a volver. Lo que volvió fue Cristina. ¿La querías de vuelta? Ahí la tenés. Cristina Fernández de Kirchner es la principal líder opositora. La PRINCIPAL LÍDER OPOSITORA. Comanda desde el Congreso de la Nación un importante bloque político que incluye científicos, sindicalistas, intendentes, gente de la cultura, artistas, y miles de militantes de diversas tradiciones. La base está.

Ahora bien, aquello que debemos construir no es un pueblo que vuelva sino que llegue; que sea contemporáneo al macrismo y le pueda hacer frente. Ante la potente idea cultural de la meritocracia levantaremos las banderas de la igualdad y la libertad. La batalla cultural es por la defensa de valores y la transformación del sentido común.

La persecución política, el cercenamiento del Estado de derecho, el silencio a las voces disidentes son moneda corriente en estos días. No se trata de asombrarse ante una sociedad que observa con desinterés estos acontecimientos, sino de movilizar a la sociedad en defensa de sí misma. Nuevamente el trabajo es de hormiga, territorial y sectorial.

Necesitamos también, como dijo Cristina en Atlanta el año pasado, dirigentes que vayan al frente y se animen a representar a los sectores agredidos. Representar no una fuerza o un partido político, sino representar la defensa de la ciudadanía. Cosas concretas. ¿Qué estás dispuesto a representar vos? ¿A quiénes te animás a defender?


Cristina y vos


¿Debía Cristina ser candidata? A la luz de los acontecimientos, era imprescindible. No para ella, que bien podría haberse quedado en el molde, haber dormido en los laureles de irse del gobierno con una plaza repleta, funcionar como padre eterno desde el exilio santacruceño, ser electora y bendecir alguna lista. Nosotres necesitábamos a Cristina, y la necesitamos aún.


Cristina se tiró por vos, no por la fama, no por la cana, no por sus fueros; se tiró por vos. Se tiró y asumió riesgos para empujarnos al futuro; para sacarnos la nostalgia, para mostrarnos cómo se milita, cómo se defiende una idea. Se tiró como diciendo: ¿ven que se puede enfrentar a todo? No tengan miedo.

Cristina se tiró por vos y se va a seguir tirando. Atrás de Cristina, miles y miles de militantes que se pelaron el lomo en estos dos años y se seguirán pelando el lomo para construir la unidad ciudadana. Cristina no puede hacer más que lo que hace, dejemos de pedirle y de decirle y de sugerirle y de criticarle, y de… Escuchemos el llamado de Cristina y démosle para adelante.

La hoja de ruta hacia el 2018 y el 2019 es clara: representar, organizar, articular. Unidad Ciudadana no es el Frente para la Victoria con una lavada de cara. Debe ser distinto.

La militancia, daría la sensación, no puede hacer más de lo que hace. Sí puede hacer mejor, ser mejor. Tiene la obligación moral y política de ser mejor: menos mezquina, menos autárquica, menos automática, menos litúrgica, autobómbica y autorreferencial. Más inteligente, más estratégica, más generosa, más abierta y representativa de la sociedad.

A su vez, si queremos cumplir con nuestros objetivos políticos (frenar el ajuste, devolver futuro), no se trata de hacer más sino de SER MÁS. No alcanza con les que somos para la enorme tarea que tenemos por delante. Si estás leyendo esto, y todavía no militás, AHORA EMPIEZA TODO, es el momento de que muevas el culo. No tenemos margen para desperdiciar ningún esfuerzo, ninguna voluntad de transformación. Venite, sumate, participá, encontrá la manera. Buscá en qué partecita vas a sumar a la victoria popular que viene.

Tenemos una semilla de esperanza política, que es la Unidad Ciudadana. Un regalo hermoso que nos dio Cristina que ya nos había dado doce años de días felices kirchneristas. Cristina volvió por todes nosotres, porque nos vio verdes, para despabilarnos. Enfrente tenemos un ajuste brutal, el odio de clase, la persecución. Batallar en 2018 para ganar en 2019. Esa es la tarea.

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